Siempre tengo muy en cuenta la
opinión de quien me lee, la opinión como bien a proteger, no como que me vaya a
afectar. En un artículo anterior predije la subida de la cifra del paro para el mes de agosto. No, no
soy un visionario, no soy un zanahorio. ¿Y que es un zanahorio? Pues es un
personaje, de entornos rurales de la España profunda, que es capaz de predecir
lo que ocurre, que si va a llover, que si fulanita está preñada, que si de este
invierno no pasa tal o cual abuelo. Pues no, no soy ningún zanahorio, no tengo
el don de la predicción pero lo que sí tengo es capacidad de observación.
Como ya escribí en un artículo estoy en mi búsqueda incansable de trabajo y por eso he visitado
muchos hoteles de la costa del sol. Con conocimiento de causa y conocimiento de
las plantillas puedo afirmar que en agosto ningún hotel estuvo al 100 % de
plantilla, que no es en ningún caso decir que estuviese completo en cuanto a
ocupación. El efecto psicológico del despido y el miedo de quedarse en la calle
ha hecho que las plantillas sean altamente competitivas y que los índices de
absentismo laboral caigan. Donde antes había una baja laboral por una torcedura
de tobillo ahora hay una tobillera bien prieta y a seguir pateando sin dar
muestras de dolor por la cuenta que nos trae. Tanto es así que los ratios son
de vértigo. Jamás en la historia del Hotel
XXX se dieron los ratios que se dan ahora, con Pitufo Capullo a la
cabeza, director de alimentación y bebidas, el ratio de clientes por camarero
en desayuno es de 110. ¿Y eso que quiere decir? Pues depende de para quien.
Para Pitufo Capullo que es un iluso es la mejor de las cifras, para su director
el “Pitufo gruñon” pues me imagino que una cifra muy buena y una medallita para
su pupilo. Lo que pasa es que desde donde yo lo veo, amén que haya otras
opiniones, recuerdo que son como el ombligo, cada uno tiene el suyo, es todo un
fracaso. Y me explico. Un fracaso para el inversor porque tiene clientes que
estoy seguro que nunca más volverán al hotel por la falta de atención y por la
mala atención. Pero además no han conseguido que Pitufina venga a su hora,
sigue llegando todos los días tarde y yéndose todos los días antes. No han
conseguido que Pitufo Escaqueador rinda
un mínimo suficiente como para cubrir su nómina. Sólo ha conseguido de los chavales
eventuales alguna hernia discal más. Tampoco han conseguido evitar que a última
hora de la noche Pitufina presumida se
ponga a comer en mitad de la sala con actitud chulesca. No han conseguido que
el señorito Gárgamel deje de insultar al
personal a su cargo. Y cuando salga todo a la luz será cuando falten los
pilares, la caballería pesada, Papa Pitufo de mi alma, Pitufo currante, Pitufo
trabajador, Pitufo Colaborador, Pitufo eventual, Pitufo temporal y otros que sostienen la mala gestión. Tal y como dijo el Cid Campeador, que buenos
vasallos seríamos si tuviésemos un buen señor. Y esos pésimos gestores
consiguen unas cifras estupendas para este año, con record de turistas y record
de plantilla ajustada, el mínimo coste, omitiendo todas las señales exteriores
de advertencia, omitiendo las teorías del crecimiento sostenido, omitiendo las
opiniones negativas vertidas por sus propios clientes, omitiendo los quejidos
de su negocio. Y por encima de todo falseando los comentarios de sus clientes
desde ordenadores privados del mismo personal. Esta es la antesala de la nueva
moda. Los clientes que ya no quieren pagar porque los traten como animales
buscarán el lugar de vacaciones donde los traten como personas y eso
desgraciadamente no volverá a ser en la costa del sol, que por perder perdió
hasta las mayúsculas. Aún recuerdo una señora mayor con su marido. Venían de
Irlanda. Eran simpáticos. Llevaban 15
años veraneando en el hotel X. Saben perfectamente quien es el gerente del
hotel. Entre otras cosas porque nunca les saluda. Como ella misma dijo, ha
tenido 15 años de oportunidades para poder saludarnos. Y no solo eso sino que
si nos veía hablar con ellos se sentía molesto. Les pregunté por qué nos
elegían para veranear y la contestación fue la ubicación pero que si sintiesen
un poco de calor igual consumirían en el restaurante y en el bar, cosa que no
hacían. Llegados a cierto momento tampoco les pesaría buscar otro destino. Pues
tenemos los clientes que buscamos. Les echamos de comer como a los cochinos y esperamos
que se porten como personas, cuan equivocados estamos.
Y ahora si es posible busquen una
explicación para el record de estancias turísticas y un aumento de las cifras
del paro. Y voy más allá, el día 30 el titular de un periódico decía que había
record de ocupación turística en agosto. Madre mía los zanahorios, los
zanahorios de la prensa, resulta que cuando estaba de gestor cerraba cuentas en
septiembre del tirmestre (julio, agosto, septiembre) y lo entregaba antes del 21 de
octubre y sin embargo la prensa sabe las cifras el 30 de agosto. Maravillosos
ZANAHORIOS.
Así se lo he contado, lean y
argumente pero por encima de todo juzguen por sí mismos.
10/9/2014
10/9/2014
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