martes, 17 de septiembre de 2013

Leyenda

Una vieja leyenda cuenta que hubo un tiempo en que todos los hombres eran dioses, pero que abusaron tanto que Buda, el dios supremo, decidió quitarles el poder divino y esconderlo en un lugar inaccesible donde nadie lo fuese a buscar.
Los dioses menores se presentaron ante Buda transcurrido un tiempo y le dijeron que los hombres se habían vuelto locos, estaban buscando la divinidad para convertirse de nuevo en dioses. Entonces les preguntó qué es lo que habían decidido hacer para evitar que los hombres encuentren de nuevo el poder divino. La conclusión a la que habían llegado los dioses menores era la de esconder el poder. Primero propusieron enterrarlo en un agujero que fuese la fosa más profunda jamás cavada. Entonces Buda desechó la idea porque los hombres buscarían la manera de cavar y cavar  hasta encontrarla. Después propusieron sepultar el poder en el océano más profundo. Entonces Buda dijo que no, porque tarde o temprano el hombre explorará las profundidades de los océanos y un día encontrará el poder divino y se volverían a convertir en dioses.
Cuando los dioses menores se habían dado por vencidos porque no podían aportar más ideas Buda sonrió y dijo, esto es lo que haremos con el poder de divinidad del hombre, lo esconderemos en lo más profundo de sí mismo, ahí no lo buscará nunca.

Y dice la leyenda que desde la noche de los tiempos el hombre ha dado la vuelta al mundo, ha explorado la tierra, ha navegado, ha escalado y cavado, a la búsqueda de ALGO que se encuentra en él mismo.

Castillo de Canena

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