Soy el amo de mi destino y el capitán de mi alma.

Este es el mensaje de la película INVICTUS.
El rugby como vehículo para la unificación de una nación. Y si todo se hubiese quedado en eso pues hubiese sido demasiado bonito como para ser cierto. Después vino lo que vino. Aunque lo del rugby sea verdad, aunque sea un deporte jugado por caballeros. Lo que sí podríamos decir es que con el rugby no fue suficiente. Se necesita mucho más. Alma, Destino e Intención.

¿Puedes? Puedes

Érase una vez dos hermanos que salieron al campo de excursión, uno de 4 años y otro de 16. Resulta que vieron un lago helado y decidieron ir a patinar. Como era al principio del invierno la capa de hielo aún no estaba demasiado sólida. Entonces el mayor se alejó y fue a un lugar donde la capa era tan fina que quebró. Al caerse y sentir el agua helada se paralizó y se hundió. Su hermano lo vio y lo siguió mientras estaba siendo arrastrado por las corrientes bajo capas de hielo más gruesas. Empezó a gritar pidiendo ayuda. Vio que su hermano estaba bajo esa capa de hielo y fue a por una piedra. Golpeó con fuerza y consiguió abrir una brecha a través de la cual metió la mano y sostuvo al hermano. Una vez que vino la ayuda, bomberos, estaban extrañados de como un chaval de 4 años había sido capaz de romper esa capa de hielo y de sacar a su hermano. Entonces se acercó un viejo que lo había visto todo desde la distancia y que además fue el que llamó a los bomberos.

¿Sabéis porqué fue capaz de romper el hielo?

¿Sabéis porqué fue capaz de sacar a su hermano?

Porque estaba solo y no había nadie que le dijese que no era capaz. 

Esa es la respuesta.